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Impermeabilización de Superficies

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Impermeabilización de Superficies

Impermeabilización de superficies y fachadas

La impermeabilización es un proceso esencial para proteger las superficies y fachadas de los daños causados por la humedad, la lluvia y otros factores climáticos. Al evitar filtraciones y acumulación de agua, no solo prolongamos la vida útil de las estructuras, sino que también prevenimos problemas como grietas, moho y deterioro. A continuación, te explicamos cómo llevar a cabo este procedimiento de manera sencilla, junto con algunos consejos para mantenerlo en perfecto estado.

Paso a paso para impermeabilizar fachadas y superficies

  1. Limpieza de la superficie: Antes de comenzar, es fundamental limpiar bien la fachada o superficie. Elimina polvo, suciedad, grasa, hongos o cualquier residuo que pueda impedir una buena adherencia del impermeabilizante. Usa una hidrolavadora o un cepillo con agua y detergente suave.
  2. Reparación de grietas y fisuras: Inspecciona la superficie y repara cualquier grieta o daño visible. Utiliza masillas específicas para sellar fisuras, asegurándote de que quede completamente lisa y uniforme.
  3. Aplicación de una imprimación: Para garantizar la máxima adherencia del impermeabilizante, aplica una imprimación o sellador base sobre la superficie. Este producto crea una capa de anclaje y mejora el rendimiento del impermeabilizante.
  4. Aplicación del impermeabilizante: Elige un impermeabilizante adecuado para el tipo de superficie, como pinturas impermeables, membranas líquidas o recubrimientos acrílicos. Aplícalo con una brocha, rodillo o pistola, siguiendo las instrucciones del fabricante. Es importante trabajar de manera uniforme y asegurarse de cubrir toda la superficie.
  5. Segunda capa (si es necesario): Dependiendo del producto utilizado, puede ser necesario aplicar una segunda capa para obtener una protección más duradera. Espera el tiempo indicado para el secado entre cada aplicación.
  6. Revisión final: Una vez seco, revisa que no haya áreas descubiertas o con poca cobertura. Si es necesario, realiza retoques para asegurar una impermeabilización completa.

Consejos para el mantenimiento de la impermeabilización

  1. Inspecciones regulares: Revisa periódicamente el estado de las fachadas y superficies, especialmente después de fuertes lluvias o cambios climáticos extremos. Detectar problemas a tiempo puede evitar daños mayores.
  2. Limpieza adecuada: Mantén la superficie limpia de polvo, hojas o suciedad acumulada, ya que estos pueden deteriorar el impermeabilizante con el tiempo.
  3. Reparación inmediata: Si notas alguna grieta, desprendimiento o deterioro, actúa de inmediato. Reparar pequeños daños a tiempo es más económico y sencillo que rehacer todo el proceso.
  4. Renovación periódica: Aunque los impermeabilizantes son duraderos, su efecto no es eterno. Consulta las recomendaciones del fabricante y planifica una renovación cada cierto tiempo para garantizar la protección.
  5. Evitar sobrecarga: Si se trata de superficies horizontales, como terrazas o azoteas, evita acumular peso excesivo que pueda dañar la capa impermeable.